En el ámbito de la terapia de pareja, cada año va en aumento el número de parejas que buscan apoyo para mejorar su relación. Discusiones frecuentes, falta de comunicación, insatisfacción con aspectos concretos de la relación, problemas sexuales o afectivos, frustración por expectativas incumplidas, falta de intercambios positivos... son causantes del desgaste y deterioro progresivo; suponiendo para ambos un estresor de alto nivel psíquico y físico.
El enfoque terapeutico se basa principalmente en cambiar los parámetros negativos de interación necesarios para resolver sus dificultades, entrenando habilidades que aumenten el grado de satisfacción.
Un proceso de enriquecimiento personal
Las crisis son momentos de cambio, de inflexión...tienen un momento y un porqué.
Sus síntomas no se presentan de un día para otro, sino que suponen un proceso que deja avisos a su paso. Si no se atienden debidamente y se cronifican, pueden conducir a la destrucción de la relación.
Cuanto mejor se sienten las personas que componen la pareja, más satisfactoria es la relación que establecen entre ellos. Y ambos son parte de la solución.
La terapia ayudará a obtener un mayor conocimiento y comprensión de sí mismos, ayudará a equilibrar las necesidades individuales y a facilitar las vías que permitan el avance.